Colores Yin y Colores Yang

Imagínate que estás en un jardín. ¿Qué sientes cuando ves un rosal con grandes flores rojas? ¿Y si no hay flores de colores, y te rodea el color verde de las plantas y árboles?  Las sensaciones pueden ser totalmente distintas aunque se trate del mismo lugar.

Cada color evoca sentimientos diferentes.  Un lirio blanco aporta tranquilidad a nuestro corazón, unas dalias amarillas le dan alegría, mientras que una rosa roja origina sentimientos de amor o pasión con su arrebatadora energía.  Cada flor tiene un color diferente que nos influye de manera diferente.  El Feng Shui aprovecha esta magia natural que tienen los colores y la usa para transformar tu espacio y tu vida.

Uno de los objetivos del Feng Shui es crear un equilibrio entre el yin y el yang, que son dos expresiones de la energía.  A la energía yin le asociamos características como fría, lenta, introspectiva o estabilizadora,  y a la energía yang le asociamos otras como caliente, rápida, expansiva y transformadora.  Una idea fundamental es que nada es totalmente yin o totalmente yang, siempre hay aspectos de uno en el otro.  Es la danza de los contrarios y la búsqueda del equilibrio.

Volvamos al jardín: la energía yin se expresa en la tierra húmeda y oscura, en la planta que va creciendo poco a poco mientras enraiza cada vez más profundo, y según vamos subiendo el yin va disminuyendo y el yang va aumentando, llegamos a las hojas que reciben más luz, a los brotes jóvenes que crecen velozmente, y a las flores más brillantes, el yang es mayor más cerca del cielo y del sol.  Pero el cielo, siendo yang, es mucho más yin de noche que de día, o la tierra yin, es mucho más yang en el desierto que dentro de una cueva.  Siempre es una cuestión de proporción y de relación.

Los colores que normalmente definimos como yin son los oscuros, negro, azul profundo, algunos verdes fríos, blanco, grises… y los yang son los brillantes rojos, amarillos, ocres, naranjas, verdes cálidos, rosas.  Y dentro de cada grupo encontraremos a su vez colores más yin o más yang.

La cuestión, nuevamente, es qué es lo que quieres en tu espacio, y qué es lo que necesitas.  Los colores yin apaciguan, dan serenidad, te ayudan a la introspección y al descanso, a encontrar el significado profundo de las cosas, a dar estabilidad, propician la creatividad y la imaginación.  Los colores yang activan, dan entusiasmo, ayudan a despertar y a mirar hacia afuera, son transformadores, propician el crecimiento y la claridad.  ¿Tú qué necesitas?  Primero hay que definir para qué usas determinado espacio, pues no es lo mismo un lugar de trabajo como una oficina o una cocina que un lugar de reposo como un dormitorio.  Y no necesita lo mismo una persona de edad avanzada que un niño.

Por ejemplo, si tu lugar de trabajo tiene un exceso de colores yin y te sientes adormecido o con falta de concentración, necesitas incorporar algo de colores yang para sentirte más entusiasta y con ganas de hacer las cosas.  Pero si en tu trabajo te sientes estresado, sin descanso, necesitas incorporar algo de yin para reposar tu mirada y relajarte.

Cada color producirá en ti un efecto diferente.  Por ello el uso del color en Feng Shui es fundamental.  Y es necesario,  antes de aplicar estos principios, que definas cómo estás, cómo está tu espacio, y qué necesitas, pues ello te facilitará decidir los cambios.  Una idea fundamental cuando aplicamos el Feng Shui Colores es que hay que alcanzar un equilibrio y evitar el exceso.  Ve poco a poco aplicando los cambios.

A continuación vamos a reseñar algunas características de los colores para que te sirvan de referencia si estás planeando hacer algunas modificaciones en tu hogar o lugar de trabajo con Feng Shui.  Pero recuerda que nada es totalmente yin ni totalmente yang, y que dentro de cada color hay una gama amplísima, así que puedes encontrar, por ejemplo, un verde yin (más frío) y un verde yang (más cálido), o un morado más yin y un púrpura más yang…

Feng Shui y Colores YIN.

Según el Feng Shui, los colores yin aportan serenidad y ayudan a estabilizar las cosas.  Como -en su justa medida- producen relajación, facilitan la curación a través del reposo.  Se trata fundamentalmente de colores de las energías metal y agua. Veamos algunos colores yin:

• NEGRO: es el color más profundo, el color del universo, para algunos inquietante, pero siempre con personalidad.  Por ello, el Feng Shui lo asocia con el poder y la dignidad.  También representa al dinero y al trabajo.
• AZUL OSCURO: es un color tranquilizante, que evoca sentimientos de paz y confianza, por lo que ayuda a sanar.  Es el color del cielo y el mar, por lo que el Feng Shui lo asocia también a la aventura, la investigación y el espíritu observador.  El azul profundo es uno de los colores de la inteligencia y el saber.
• BLANCO: es el color yin más luminoso, y se asocia con la confianza, el equilibrio, la sensibilidad y la pureza.  Es un color yin que se combina bien con otros yang, y que aporta energía yin sin ser excesiva.
• GRIS: es un yin neutro, metal, que se asocia con la estabilidad, con el autocontrol, y con la independencia.  Ayuda a la introspección y a funcionar al margen de los esquemas preestablecidos.
• OTROS COLORES YIN: podemos incluir en este grupo a los morados fríos,  a los pasteles blanquecinos (algunos rosas suaves, por ejemplo), a los verdes más azulados y oscuros.

Feng Shui y Colores Yang

Los colores yang son los de los elementos fuego y madera, y algunos tierra.  Estos colores mueven la energía proporcionando claridad, alegría y entusiasmo. En su justa medida ayudan a movilizar y transformar situaciones, y alivian los estados melancólicos.  Veamos algunos colores yang:

• ROJO: es considerado el más yang de todos,  simboliza el fuego, y por ende la transformación.  Evoca emociones apasionadas, tanto hacia el amor como hacia la guerra.  Algunos toques de rojo en nuestro espacio lo vuelven dinámico.  En Feng Shui es el color de la fortuna.
• NARANJA: es un color con gran yang luminoso, y el Feng Shui Colores lo usa para reforzar la concentración, porque ayuda a despertar sin agitación excesiva.  También es un color que ayuda a la organización.
• AMARILLO: en Feng Shui es un color también asociado a la fortuna, pues representa al sol, y con él al calor, la alegría y la amistad.  No obstante, el Feng Shui no se sugiere una presencia excesiva de este color, pues puede empujarnos a actitudes obsesivas.
• MARRÓN y BEIGE: su yang es más suave, y por lo tanto más neutro.  Representan la sencillez y también la constancia.  Generan calidez y estimulan el apetito.
• OTROS COLORES YANG: en este grupo podemos incluir los lilas y violetas, o los verdes medios y claros, así como algunos azules brillantes y claros.

Y recuerda, antes de elegir cualquier color, mira tu espacio, siéntelo, trata de definir si lo sientes equilibrado o si es demasiado yin o yang para lo que esperas de él, sin olvidar qué actividades vas a realizar en él pues no es lo mismo trabajar (yang) que dormir (yin).  Huye de los excesos, y deja que hable tu intuición.